A un panal de rica miel
dos mil moscas acudieron
que, por golosas, murieron,
presas de patas en él.
Otra dentro de un pastel
enterró su golosina.
MORALEJA: Sí, si bien se examina,
los humanos corazones
perecen en las prisiones
del vicio que los domina.
Autor: Samaniego
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